22 de mayo de 2013

G.A.M. a la Paret de Diables (No mires abajo)

                                                                In my heart - Moby
Mucha gente cree que una via de Vº es en definitiva una via facil y esto sin ninguna duda resulta una afirmacion que tiene multiples excepciones. Por ejemplo, una de estas excepciones es si la via en cuestion, por muy de quinto grado que sea, recorre una pared de 300 metros de altura que se llama Paret de Diables.

Arturo cual buitre leonado en su nido de la R3.

La Paret de Diables impone se mire como se mire, debido principalmente a sus gigantescos techos y a su roca anaranjada que nos recuerda a una pared en llamas. Ya desde el primer largo, que encaro con demasiado optimismo, me doy cuenta de que aqui los quintos hay que lucharlos, debe ser por el nerviosismo que contagia el estar escalando en un lugar tan emblematico y descomunal, en una de las grandes paredes de la peninusla, en un lugar vertiginoso, en el que la verticalidad esta asegurada y el ambiente garantizado.

Escalando el diedro del cuarto largo.

Durante los primeros largos seguimos un sistema de diedros verticales muy evidente. Esta sucesion de diedros mantenidos, con roca discreta en algunos tramos concretos nos obligan a jugetear continuamente con aliens y otros friends pequeños, imaginando con pavor lo que seria pasar por aqui sin estos preciados artefactos. Las reuniones son espectaculares, colgadas en excelentes repisas desde donde vamos observando el creciente vacio al que poco a poco vamos ganando cada metro.

En el desplome antes del techo.

Cuando alcanzamos la mitad de la via nos encontramos con  el mayor obstaculo que presenta esta endemoniada pared, un gigantesco desplome que da paso a una placa ligeramente tumbada justo antes de un especatular techo de unos 8-9 metros.

Mejor no mirar abajo

Cuando llego al comienzo del gran techo, despues de casi 50 metros de desplomado pedaleo, el ambiente me absorve por completo, estamos en las fauces dels Diables y, por supuesto, impresiona que no veas. Paso un buen rato en la reunion, fotografiando lo infotografiable y sin poder dejar de mirar los doscientos metros de puro vacio que nos separan directamente del bosque del pie de la pared, y todavia nos queda enfilarnos a la ristra de anclajes para superar el descomunal techo. Es hora de concentrarse y de no mirar abajo, es el momento de salir al vacio y de dejarnos mecer por el aire que nos envuelve.


Fantasticos diedros en la parte alta.

Tras los espectaculares largos de artificial, inmersos en un peculiar estado antigravitatorio, nos encontramos otra vez ante una serie de verticales diedros que nos hacen disfrutar de las mejores sensaciones que nos ofrece la escalada. Llevamos ya muchas horas aqui colgados, alucinando con las vistas y con la roca, pensando en los valientes que abrieron esta via hace más de cuarenta años y con la unica compañia de las golondrinas.

Diedro peleon en los ultimos largos.

Tras un explosivo diedro de 6a, me enfilo a una fisura verical en la que pronto se me empiezan a hinchar los brazos. Estamos en el noveno largo y me encuentro vacilando sobre como colocar un fisurero cuando la pequeña piedra de la que me sujeto decide abandonar su sitio y arrojarme hacia el vacio del que llevabamos ya muchos largos huyendo, por suerte hay un clavo no muy lejano que para mi caida y .....UAU, ya soy otra golondrina.

El largo que me vio volar.
    
Tras terminar el largo y un larguisimo más surcando una inmensa placa en la que Arturo navega llevado por el viento, llegamos con las ultimas luces del dia a la cima de una pared tan increible como descomunal. 

Hemos pasado mas de ocho horas escalando y parece que hayamos pasado una vida entera entre sus rocas.  Hemos dejado abajo todo lastre, todo lo que pesaba demasiado como para alcanzar lo mas alto y todo lo que nos impedia el movimiento. Hemos guardado con cuidado una montaña de sensaciones nuevas (que pesan poco) y hemos agarrado fuertemente aquello que nos hace situarnos delante de nuestros miedos, algunas cosas que nos ayudan a vencer la gravedad y que nos recuerdan qué pesa en la vida y qué te ayuda a volar hasta arriba.


Paret de Diables (Montserrat): via G.A.M. 320 metros 6a/ Ae   Llevar un buen juego de microfriends y
                                                friends hasta el nº2, fisureros, estribos y muchas cintas para el largo del
                                                desplome. 


Salut colgaos!