13 de noviembre de 2013

La Gran Placa de Colomers. Parte I


La pared con más metros escalables de Colomers la llamamos Punta Innominata. La encontramos a la izquierda del Gran Tuc de Colomers, justo a la derecha del Portau de Colomers, una estrecha brecha en la cadena que forma el Circo de Colomers, que da paso a la vecina comarca Ribagorzana.

Para llegar hasta la pared, normalmente llegamos hasta el Lac Obago, para desde alli, abandonar el transitado GR-11 y  encaminarnos directos a la impresionante cara Norte del Gran Tuc de Colomers.
Cuando llevamos una hora de buena subida y el Tuc de Podo se nos parece cada vez más altivo y afilado, llegamos a un precioso lago que el camino comienza a bordear por su lado izquierdo. Es el momento de abandonar la senda y comenzar a subir hacia la izquierda.



Tras pocos pasos, tanto la brecha del Portau como la pared de la Innominata se nos presentan de manera imponente dominando un gran lago.  La emoción del buscador de rocas y aventuras al observar por vez primera tan grandiosa roca no hay que descartarla nunca como uno de los momentos más intensos de la escalada. La visión de la inmensa pared provocara una gran exaltación en el escalador, que al ver hacia donde le llevan sus pasos, al sentir cercano el momento de enfundarse los gatos, la cercania de todos sus deseos, seguramente sienta de pronto un fugaz ardor recorriendo sus brazos (las piernas ya vendrán calientes desde hace rato).


El primer intento que hize por escalar esta pared fue hace dos veranos. Acompañado por Abel, salimos del refugio con una meteo que distaba mucho de ser la adecuada para una escalada de este tipo. Con las nubes acechando desde primera hora, nuestro intento se convirtió en una veloz carrera. Las ganas de escalar la Innominata nos hicieron movernos rapido entre las piedras, a pesar de las pesadas mochilas que llevábamos a cuestas. Nuestros ojos solo querían y podían mirar al frente, no existían nubes negras y sabíamos que  solo el chaparron podría frenarnos. Testarudos hasta las ultimas consecuencias, no queriamos aceptar la inmininte tormenta, nuestro unico proposito era intentarlo.

Solo nos dejó tocar la pared un segundo y acabamos empapados de agua por fuera y regados de pacharan por dentro.





Dos años ha tenido que esperar esta montaña para verme dar mis primeros pasos sobre ella, al final en solitario. No pude esperar a Abel, pero como un melon que guardas en la mochila, con el fin de merendartelo al fin de la via (vale, esto ya no lo hace nadie), lo llevé conmigo escalando hasta el mismisimo punto de la cima. Y Abelillo, no estabamos equivocados, fue una de las mejores vias.




La pared se puede dividir a simple vista en dos grandes tramos muy bien diferenciados. Los primeros ciento-cincuenta metros, aquellos que durante el invierno quedan implacablemente sepultados por toneladas de nieve, constituyen una gran placa de granito MUY erosionado, un autentico regalo para los amantes de la escalada en placas de adherencia para todo aquel dispuesto a sufrirlo y apreciarlo, una  joya granitica del pirineo catalan.
La segunda seccion de la pared, nos importara tan poco despues de esta inmensa placa, que nos dara igual tener que navegar por el terreno que sea, pero estad atentos pues todavia nos aguardan tanto inquietantes como buenas sorpresas.




Fue en 1985 cuando Sergi y Josep se encaramaron por esta inmensa pared por vez primera, dibujando un recorrido que esquivaba la gran placa por la chimenea que la limita por la izquierda. Nació así la via del Pepito, que rinde homenaje a un pastor de ovejas de Boí, asiduo de Colomers y su refugio.
 Tuvo que esperar la pared hasta 2009 para ver un nuevo recorrido, cuando Dani Brugarolas, junto a Noemi, Edu y Lola, decide enfilarse por mitad de la placa, realizando una atrevida via a la que bautizaron Custodia compartida. Descubierto ya el inmenso potencial de la pared, es en el verano de 2010 cuando Dani traza su Gota Malaia siguiendo el genial sistema de diedros de la parte derecha de la placa en una apertura que le duró dos dias de escalada en solitario. Todavia quedan muchos caminos por descubrir, y otra vez el incansable Dani y otra vez en solitario se encarama de la manera más directa posible por la pared creando Tempus fugit, bellisima linea a la que todavia no se le conoce una repetición integral.



Salut colgaos!

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